De acuerdo al historiador romano Tito Livio, el ejército romano, luego de la dolorosa invasión gala que saqueó y puso en sitio a la antigua Roma el 390 AC, adoptó una formación táctica con tropas que se dividían en 3 filas para ir a combate. En la primera fila se ubicaban los “Velites”, soldados pobres y jóvenes con el equipo más rudimentario y poca experiencia, y los “Hastati”, soldados jóvenes con mayor experiencia y mejor equipados. En una segunda fila estaban los “Princeps”, soldados experimentados y con el mejor equipamiento de guerra y, en la tercera fila, los “Triarii”, los soldados de élite más veteranos que equipados con lanzas actuaban como una unidad compacta. Por ende, si los ejércitos rivales no eran derrotados por los “Velites”, los “Hastati” o los “Princeps”, debían luchar con los soldados de mayor jerarquía y trayectoria de la última fila: los “Triarii”. El refrán latino “Ad triarios ventum est” lo ilustra con meridiana claridad: al llegar los ‘triarios’, la tercera fila, la victoria es segura.
Actualmente, lo de la tercera es la vencida es una expresión muy popular que alude a que luego de haber fracasado una primera y segunda vez, tendremos una tercera oportunidad en que ahora sí conseguiremos lo que, por una u otra razón, no logramos en nuestros 2 primeros intentos.
Digo lo anterior a propósito de que el Gobierno Regional de Aysén, por tercer año consecutivo, presentó una muy baja ejecución presupuestaria. De hecho, ha sido la penúltima más baja del país consistentemente el 2021, 2022, y 2023, por delante de los GORES de Ñuble (88,2%), Tarapacá (92,8%), y Coquimbo (92,5%), respectivamente. Mientras el promedio de ejecución a nivel país de los 16 Gobiernos Regionales fue de 97,3% el 2021, y 98,5% para los años 2022, y 2023. Un triste record del cual, ante las numerosas necesidades y demandas no atendidas de la gente de nuestra región, no podemos sentirnos orgullosos.
De acuerdo a las cifras de la Dirección de Presupuesto (DIPRES), el año 2021, 2022, y 2023 la ejecución del presupuesto de inversión regional del GORE de Aysén alcanzó, con todas las modificaciones del presupuesto vigente a diciembre, el 89,7%, 93,6%, y 92,6%, respectivamente.
Ahora bien, si comparamos el presupuesto asignado vigente a la región a noviembre de los años 2021, 2022 y 2023, y lo comparamos con lo efectivamente gastado en el mes de diciembre de cada año, de acuerdo a las cifras oficiales de la DIPRES, tenemos que el 2021, 2022 y 2023 no se gastó en la región un monto de M$13.223.636, M$16.650.569, y M$19.551.432, respectivamente. Es decir, un total de M$49.425.637.-, un 80,1% del Presupuesto de Inversión Regional gastado el 2023 (M$61.677.797.-).
Todo lo que no se gastó en la región, excepto una fracción menor que pasó como saldo inicial de caja para el año siguiente, se devolvió al tesoro público. Sí, leyó bien, el GORE de Aysén no ha sido capaz sistemáticamente de gastarse el presupuesto que tenía asignado. Si Usted se molesta con esta cifra, ante una carencia de infraestructura básica en distintos puntos de la región, creo que somos una mayoría de los aiseninos que también lo está.
Al margen de los endémicos problemas de ejecución del GORE, conviene analizar en qué se ha gastado o cual ha sido el destino del Presupuesto de Inversión Regional estos últimos 3 años. De acuerdo a las cifras de DIPRES, las “Iniciativas de Inversión”, estudios o diseños que permitan generar inversión o proyectos de infraestructura propiamente tal, representaron un 42,4% del gasto del Presupuesto de Inversión Regional el 2021. El 2022 y 2023, en cambio, llegaron sólo al 20,5%, y 14,6%, respectivamente.
La debacle del financiamiento de las “Iniciativas de Inversión”, Subtítulo 31, va acompañado de un crecimiento sostenido de las “Transferencias de Capital”, Subtítulo 33, que representaron un 43,1%, 59,9%, y 56,2% del gasto total del Presupuesto de Inversión Regional para los años 2021, 2022, y 2023, respectivamente. Es decir, es el gasto más relevante que efectúa el GORE de Aysén es en Transferencias al Sector Privado o a Otras Entidades Públicas, no en inversión.
Si Usted ve poca obra de infraestructura en ejecución no es una percepción, es una realidad que se ajusta a las cifras. Uno podrá tener legítimamente sus propias opiniones, pero no sus propios números.
En ese marco, y ante el complejo escenario económico de nuestro país y de la región, en que la mera transferencia de recursos no empuja el desarrollo o es dudoso que lo haga, creemos fundamental fomentar la realización de obras de infraestructura que permitan prestar servicios a la comunidad y que impliquen dinamizar la economía a través de la compra de insumos, contratación de personas, y producción y adquisición de capital físico.
En ese sentido, llama la atención los imperceptibles esfuerzos del Gobierno Regional de Aysén por remediar un fenómeno que se ha hecho recurrente los últimos 3 años, y para el cual aún no se ven medidas claras. Lo único claro, tal como señalaba Einstein, es que: si se buscan resultados distintos, no se puede seguir haciendo lo mismo.
Lo más preocupante, es que la Ley de Presupuesto 2024 aumentó en un 8% el Presupuesto de Inversión Regional para la región, el próximo año con el Royalty en régimen este aumento será del doble. El problema, por ende, no es la falta de recursos, sino es gastarlos, y usarlos bien. Hoy nos queda sólo cruzar los dedos para que esta vez, la cuarta sea la vencida.
AÑO | PRESUPUESTO INVERSIÓN REGIONAL | DIFERENCIA | DIFERENCIA | |||
INICIAL M$ | VIGENTE NOV M$ | VIGENTE DIC M$ | EJECUTADO DIC M$ | PPTO VIG NOV-PPTO EJE DIC | PPTO VIG DIC-PPTO EJE DIC | |
2021 | 58.142.285 | 64.002.226 | 56.640.774 | 50.778.590 | -13.223.636 | -5.862.184 |
2022 | 64.463.439 | 70.059.513 | 57.079.188 | 53.408.944 | -16.650.569 | -3.670.244 |
2023 | 70.734.142 | 81.229.229 | 66.577.533 | 61.677.797 | -19.551.432 | -4.899.736 |
TOTAL | -49.425.637 | -14.432.164 |
Fuente: Dirección de Presupuestos (DIPRES), enero 2022, 2023, y 2024.