- Desde cuidarlos del sol hasta evitar asfixias por inmersión, son algunas de las medidas que se debe tener siempre presentes.
En época de verano no solo aumentan las temperaturas y la cantidad de personas en playas, también lo hacen los accidentes, ya sea por falta de supervisión o medidas de seguridad, sobre todo con los niños.
Debido a eso, la Dra. Yassna Kiessling, pediatra del Servicio de Urgencia de Clínica Universidad de los Andes, entrega recomendaciones para evitar incidentes.
Fotoprotector solar
En los menores de seis meses debe evitarse la exposición directa al sol por el riesgo de la radiación ultravioleta, ya que, hasta esa edad, no se les puede aplicar factor solar. Luego, entre los seis y doce meses, se recomienda protegerlos del sol además de barreras físicas, como ropa de manga larga, sombrero y quitasol, con el uso de fotoprotectores de tipo mineral. Ya desde el año, se pueden utilizar fotoprotectores químicos con factor 50+, ya sea en crema o spray.
Debe aplicarse de forma correcta para que tenga efecto. A los niños les gusta estar constantemente entrando y saliendo del agua, causando que el factor solar se diluya y pierda el efecto. Para evitarlo, se debe volver a aplicar sobre la piel seca, cada vez que la persona sale del agua. En caso de que los niños no se bañen en el mar, debe ser cada dos a tres horas.
Altas temperaturas
En épocas donde hace mucho calor, es importante considerar una buena hidratación. Los niños que se exponen durante un tiempo prolongado al calor directo tienen más probabilidades de sufrir deshidratación. Para evitarla, la Dra. Kiessling aconseja que “siempre que el niño sienta sed, debe hidratarse. Se recomienda de preferencia la ingesta de agua, no otros tipos de líquidos, como jugos o bebidas”.
De la misma manera, la profesional llama a evitar la exposición durante las horas de mayores temperaturas, a no sobreabrigar a los niños y mantenerlos hidratados, para así evitar que puedan sufrir un shock de calor. Para los recién nacidos y los más pequeños, se recomienda vestirlos con ropa de algodón.
“Una cosa muy importante de recalcar es no dejar a los niños encerrados dentro del auto”, enfatiza la doctora.
Medusas y fragatas portuguesas
Estos organismos, que por lo general se encuentran muertos a la orilla del mar, representan un alto riesgo de lesión para los niños pequeños, ya que, a pesar de no tener vida, estos pueden picar e inyectar veneno aún dos semanas después. Se recomienda educar a los hijos sobre este tema para evitar accidentes.
En caso de ser picado, se debe lavar inmediatamente la zona afectada con agua de mar y retirar los restos de tentáculos.
No se debe aplicar agua dulce, tampoco frotar o rascar la piel con arena o toallas. Si se dispone de vinagre blanco, se puede usar sumergiendo la lesión entre 15 a 30 minutos o aplicando sobre ésta.
Posteriormente se aconseja dirigirse a un servicio de urgencia. No usar ningún líquido o ungüento sobre la zona, porque puede activar la acción tóxica o alérgica, agravando los síntomas y aumentando los efectos.
Si duele, se puede ingerir algún tipo de analgésico o aplicar una bolsa con hielo.
Uso de flotadores
La seguridad cuando los pequeños están en el agua es de suma importancia, especialmente cuando se trata de niños que aún no saben nadar. Si bien la supervisión constante de un adulto es lo más importante, los flotadores cumplen un papel crucial al otorgar un nivel de seguridad extra en entornos como piscinas y playas, y de confianza para los menores, permitiéndoles disfrutar del agua de manera más segura. Cabe recordar que, aunque los flotadores son herramientas valiosas, no reemplazan la supervisión por un adulto. Asimismo, el más recomendable es el chaleco salvavidas y se debe evitar el uso de “alitas” o inflables redondos.
Elección de playas
Ir a playas que cuenten con salvavidas y señaléticas adecuadas es esencial para garantizar una experiencia segura y placentera. Los salvavidas cumplen un papel importante, ya que son los que tienen el deber de ser los primeros en ayudar ante situaciones de emergencia, brindando asistencia inmediata en caso de accidentes o problemas en el agua.
Las señaléticas en las playas son igual de fundamentales, debido a que ofrecen orientación e información vital, como indicaciones sobre áreas seguras para nadar, zonas peligrosas, mareas, corrientes y normativas específicas, las que son esenciales para que los bañistas tomen decisiones informadas.
Recomendaciones a los padres
- Supervisar a los más pequeños constantemente, idealmente designar a un adulto responsable para esta labor.
- Uso de sillas de guagua o niño (sistemas de retención infantil). El tipo de silla dependerá del peso y estatura del menor, al igual que la dirección en que debe ser instalada, por ejemplo, hasta al menos los dos años, debe ser a contramarcha.
- Tener un botiquín de viaje, actualizado por el pediatra, según el peso del niño. Ibuprofeno, paracetamol, medicamentos para la diarrea, probióticos, antialérgicos y repelente no pueden faltar. En caso de que el niño tenga un tratamiento en curso, incluirlos para no interrumpirlo.